Ghazal de José Henriques, del libro "Cantos de la Taberna":
El poder del amor es arrollador y dulce, como una gota de néctar
Jugamos con la impotencia mientras las olas del amor se elevan
Con desesperación deseamos preservar los desechos del pasado
Por qué aferrarse, deja que se vayan y sean depurados
No mires más al espejo requebrado de lo que ya fue
Con detalle quiere construir una imagen de lo que perdió
Perdonar y olvidar puede herir la memoria
Por qué cargar en nuestros hombros con tanta escoria
Gira, gira, te olvidarás de ti mismo, gira, no dejes de girar
Tus plegarias se elevarán, con ellas construirás un altar
Gira sin moverte, con velocidad y quietud al mismo tiempo
Con velocidad caminarás la senda, la quietud te hará pequeño
Y como la diminuta abeja atraída por el polen de la flor
No encontrarás descanso hasta encontrar el néctar del amor
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