La belleza que vemos en torno de nosotros es un reflejo
Del rostro de nuestro Amado, cantando esa perfección
Quienquiera que tu amado sea, el amor en sus ojos
La creación engendró; cada cosa suspira por él con alegre antelación
De ninguna manera desfallezcas si el amado
Exige, con alguna tarea imposible, que tu amor sea probado
Nadie espera una conducta lógica de los vientos y de los mares
Los caprichos del Amado, por divina sanción, son excentricidades
El amante es solamente libre, cuando no desea recompensa
Si es demasiado difícil, es mejor que te vuelvas a casa y deseches la espada
El campo del amor es un campo de batalla sólo para héroes
Para aquéllos que son valientes contra sí mismos y soportan los golpes
Ser músico es también una ventaja
Nuestra situación mejora, dando al Amado serenatas.
Francis Brabazon
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